Aunque todavía no es Otoño, temporada de setas, ya os comenté que fuimos a buscar setas y nos fue muy bien. Ya sea, por el «mono» o porque son las primeras, la verdad es que tenía muchas ganas de empezar hacer recetas con ellas.
Uno de los tipos de setas que recogimos, fueron Cantharellus cibarius —conocido comúnmente como rebozuelo, anacate o chantarela y en catalán Rossinyols.
Son unas setas agradables de sabor y tienen un buen rendimiento culinario tanto guisadas como en conserva o secas. La carne es prieta y la convierte en un acompañamiento ideal de carnes, pero aquí os la pongo como un revoltillo, que todavía es más fácil de hacer…
INGREDIENTES
- Un par de buenos huevos
- Un puñado de rossinyols Cantharellus cibarius
- Un ajo
- Aceite de oliva
- Sal
PREPARACION
Empezaremos cortando en láminas el ajo y las setas, que las podemos cortar para que no queden tan grandes o, si son pequeñas, dejarlas tal cual.
Luego pondremos un poco de aceite en la sartén y dejaremos que el ajo vaya friéndose un poquito (ojo que no se queme).
A continuación tiramos las setas en la sartén y las dejamos que se doren un poco.
Cuando ya están doraditas tiramos el huevo ( ya os he explicado que hay varias formas de hacer huevos revueltos.
La más sencilla es, cascar los huevos en un bol y batirlos y luego echar esa mezcla a la sartén.)
Contad que al haber hecho las setas en la sartén, el aceite está lo suficientemente caliente para verter la mezcla de huevos.
Iremos agitando mientras volcamos la mezcla en la sartén. Bajad ahora el fuego a mínimo.
Es importante que los huevos revueltos no los dejéis mucho tiempo porque, si no, se ponen secos y lo interesante es que queden jugosos. Y también es importante no parar de remover hasta que tengan la consistencia que queremos.
Ahora sólo queda salar, si no habíamos salado directamente al hacer la mezcla de los huevos.
Cuando estén acabados sacar de la sartén porque si lo dejamos en ella se siguen friendo. Y ya sólo queda emplatar y …a disfrutar!!