Crema de calabacín y puerro. 


Bueno, aunque no lo parecía, al final ha llegado el frío. El frío, que nos induce a comer cremas calientes para entrar en calor y sentirnos mejor. 

Ya os he puesto alguna otra crema porque la verdad es que me encantan. 

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Hoy os voy a poner una crema que también está buenísima, se trata de una crema de calabacín, cebolla y puerro 

INGREDIENTES:


  • Dos calabacines. 
  • Una cebolleta 
  • Un puerro
  • un par de ajos
  • 1 l de caldo de verdura
  • Agua
  • Aceite
  • Sal y pimienta
  • Pipas de calabaza (para decorar)

PREPARACIÓN 

Ponemos a calentar en una olla el aceite . 

Mientras se calienta el aceite vamos cortando la cebolla y el puerro en trozos relativamente pequeños, tampoco hace falta que sean muy pequeños porque luego van triturados. 

Cuando lo tengamos caliente echamos los ajos para que vaya tomando gusto. Cuando tengamos los ajos dorados echamos la cebolla y el puerro.  Iremos removiendo hasta  que vaya cogiendo color. 
Mientras tanto lavaremos los calabacines y los cortaremos sin quitar la piel, aunque si la parte del rabo y la de delante. Una vez limpios los cortaremos en rodajas. 

Cuando tengamos la cebolla y el puerro dorados, añadiremos a la olla el calabacín cortado. Iremos removiendo hasta que se rehogue todo. Añadiremos un poco de sal

Cuando esté todo rehogado tiraremos en la olla el litro de caldo. Y lo pondremos a calentar a fuego medio, y lo taparemos y dejaremos  que empiece a hervir. En el momento en que llegue a ebullición, reduciremos la temperatura.

Dejaremos que siga cociendo con la tapa puesta, removiendo de vez en cuando durante unos 20 minutos, hasta que todos las verduras estén tiernas (podemos pinchar con un tenedor para ver si están bien cocidas). Veréis que en los ingredientes había también agua, que hasta ahora no hemos utilizado. Este agua es para, en el caso que no tengáis bastante con el caldo, poder añadir un poco más de líquido

Una vez cocidas pararemos el fuego e iremos sacando las verduras y poniéndolas en el vaso de la trituradora. En principio las pondremos sin caldo, solamente con el poco que vaya cayendo al sacarlas. Empezaremos a triturar y utilizaremos parte del caldo de cocción para hacer más o menos espesa la crema, dependiendo de nuestro gusto. 

Ahora, solo nos quedará servirla salpimentándola y adornándola con unas pocas semillas de calabaza para hacerla un poco «crunchi» y, con la crema calentita, ya sabéis, a disfrutar!!