Hola, hoy os voy a poner una receta que no es paleo pero que es tan habitual y que nos saca de tantos apuros que no he podido prescindir de ella.
Lo primero que tengo que decir, es que hay sitios donde proclaman que tienen espaguetis a la Carbonara pero no lo son en absoluto ya que, el primer error es poner crema de leche, los verdaderos Carbonara no llevan crema de leche. Es decir, que pueden estar muy buenos pero que los llamen de otra manera.
Para algunos la palabra carbonara proviene de carbone, que en italiano es la denominación de carbón (Carbonari), y se cree que el nombre del plato tiene su origen en el plato típico de los elaboradores de carbón vegetal en los Apeninos. ¿Veis algún minero llevando su botellita de crema de leche para ir a la mina?
De hecho, los carboneros se los comían fríos , como si fuera un bocadillo ya que al enfriarse el almidón de la pasta y del huevo formaban una pasta más fácil de llevar en la bolsa al trabajo.
Lo que pasa es que, hacerlos con crema de leche es mucho más fácil ya que le damos una untuosidad y cremosidad que sin ella es un poco más complicado.
Aunque, si seguís mis pasos o saldrá perfecto y no tenéis que poner crema de leche. Bueno, cada uno puede hacer lo que le parezca pero esta es una opción si lo queréis es seguir la receta tradicional del Lacio y más concretamente de Roma.
Por cierto, también podéis hacer este plato utilizando calabacin en lugar de espaguetis y en ese caso si sería paleo, como hemos hecho en estas otras recetas.
Comenzaremos poniendo a hervir la pasta en una olla con abundante agua que salaremos en el momento que empiece a hervir. Y sobre todo!! No pongáis aceite en el agua, no es verdad que así no se peguen los espaguetis. La manera que no se peguen los espaguetis es sacarlos del agua con unas pinzas y no vaciando el agua, ya que así todo el almidón que se quedo abajo cae encima de los espaguetis apelmazándolos.
Mientras hierve el agua, troceamos el tocino y lo salteamos en una sartén con un chorrito de aceite ( muy poco, que el tocino ya tiene su propia grasa) y pimienta.
Cogeremos un bol y batiremos las yemas de los huevos, si queréis poder introducir una clara (El resto las podéis aprovechar para hacer una tortilla aburrida)
Tomaremos nota de las indicaciones del fabricante para hacer la pasta al dente. Un minuto antes de ese tiempo, es decir antes de que la pasta esté cocida, la sacamos de la olla empleando unas pinzas o un utensilio especial para la pasta y la escurrimos.
A continuación la añadimos a la sartén donde tenemos el tocino para terminar de cocinarla. Para que no se acabe secando, añadiremos un poco del agua de cocción, (un par de cucharadas)
Agregamos a la sartén, el queso rallado y las yemas batidas y removemos intentando que las yemas queden cremosas y que no cuajen formando tortilla.
Cuando la pasta esté lista la emplatamos, podemos rectificar de sal, contando que el tocino ya lleva. Añadimos un poco de tomillo picado y un poquito de aceite y servimos.
Para degustarla podemos poner un poco más de queso y si queremos, también podemos añadir un poco de nuez moscada rallada.
Ahora solo necesitaremos llevarla a la mesa, y a disfrutar!!