Aquí os voy a mostrar una receta fácil y buenísima
Esta es una receta de lasaña, pero los calabacines sustituyen a las láminas de pasta llenas de hidratos, pasando asi a ser una lasaña más sana y más jugosa. Siendo además muy interesante nutricionalmente ya que, los calabacines aportan minerales como calcio, hierro y fósforo, y muchas vitaminas. Además contienen mucha fibra y son de fácil digestión.
En este caso yo la he hecho de atún pero podéis utilizar jamón o carne picada guisada, lo que más os apetezca en ese momento.
INGREDIENTES: (para 2)
- 1 calabacin grande
- Lata de atún en aceite de oliva (unos 80g)
- queso mozzarela (puede ser en láminas finas o rallado)
- queso parmesano rallado
- Aceite
- Sal
PREPARACIÓN
Ponemos a calentar el horno a 180ºC
Lavaremos el calabacin y lo secaremos (si vemos que con uno nos quedamos cortos utilizaremos un par)
Con un pelapatatas pelamos la piel del calabacín y luego con el mismo aparato lo cortáremos en láminas muy finas a lo largo. Podéis usar una mandolina, lo que os funcione mejor
Tomaremos una fuente rectangular que pueda ir al horno. Untaremos la fuente con un poco de aceite y montaremos las capas de la lasaña. Primeramente pondremos una capa de láminas de calabacín, sin dejar espacios. Yo suelo ponerlas que cuelgen por los lados de la bandeja para así después cerrar por la parte de arriba.
Luego esparciremos por encima (de la base) parmesano rallado y lo cubriremos con una capa de atún (más o menos la mitad de la lata) acabando con una capa de queso mozzarela.
Repetiremos el proceso:
calabacín, parmesano, atún , hasta que se acabe todo. Terminaremos con la capa de mozzarela y «cerraremos» por arriba entrecruzando las tiras de calabacin, (como haciendo un cesto)
Se puede hacer así, o simplemente cortar el calabacín a la anchura de la bandeja del horno y olvidarnos de trenzar el calabacín pero de esta manera aguanta más firme
Por último pondremos una capa de queso parmesano y meteremos la fuente en el horno. Como siempre, dependiendo del horno lo dejaremos entre 20 y unos 25 minutos (vigilando), aproximadamente o hasta que se dore la parte de arriba de la lasaña.
Cuando ya la veamos doradita, la sacaremos del horno y la dejaremos unos 10 minutos para que se asiente.
Pasado ese tiempo ya la podemos sacar de la bandeja y servirla y, por supuesto, como siempre a disfrutar!!