Esta semana he vuelto de Viena y os estoy poniendo recetas austriacas pero hoy os voy a poner una receta que es internacional, porque me la comí en Viena, es típica francesa, se puede acompañar de crema inglesa y la he hecho en Barcelona. Toma ya!!
Es una tarta que no es paleo, básicamente por la masa, pero queda muy bien en invierno, o cuando hace frío, porque se sirve tibia.
La tarta Tatin es una variante de la tarta de manzana en el que las manzanas han sido caramelizadas en mantequilla y azúcar antes de incorporar la masa. Su peculiaridad es que se trata de una tarta al revés, es decir, para su elaboración las manzanas se ponen debajo y la masa encima.
Dicen que el origen de la Tarta Tatin se encuentra en Francia. Se cree que las hermanas Tatin elaboraron esta tarta por accidente en el hotel que regentaban, el Hotel Tatin ubicado en Lamotte-Beuvron (Francia), allá por el año 1889. ‘Culpan’ de este goloso accidente a Stephanie, la hermana que se ocupaba de la cocina, unos dicen que porque se pasó cocinando las manzanas y las caramelizó, otros dicen que se equivocó al poner las manzanas en el molde antes que la masa y hay también quien argumenta que la Tarta Tatin se creó a conciencia, siendo las tartas invertidas las que se solían hacer cuando no había hornos en las cocinas. En cualquier caso, es una tarta con historia y eso para mí ya es muy importante.
Esta tarta, es la típica que se pide en las estaciones de esquí con lo que siempre ha sido una tarta de alto precio aunque la preparación es fácil y barata.
INGREDIENTES (para el relleno)
- 1,5 kg de manzanas, las manzanas, conviene que sean de una variedad fuerte para que no se deshagan después de caramelizarlas y hornearlas, puedes elegir unas manzanas Reineta, unas Fuji… con la Golden sale muy rica la tarta, pero hay que tener cuidado de que no se hagan demasiado.
- 70 gr de mantequilla sin sal
- 185 gr de azúcar blanco.
- Zumo de limón
Para la masa necesitaremos:
- 225 g de harina,
- 1 pizca de sal,
- 100 g de mantequilla sin sal,
- 65 gr de azúcar lustre
- 1 huevo
Aunque si no queremos hacer la masa, siempre podemos utilizar una base de hojaldre o pasta brie
Si preferimos hacer la masa nosotros mismos (siempre preferible) primero tamizamos la harina sobre la superficie de trabajo formando el típico volcán. Colocamos la sal, y la mantequilla en pomada y amasamos. Agregamos el azúcar y lo mezclamos. Incorporamos el huevo y mezclamos bien todos los ingredientes mezclando poco a poco la harina. Debemos obtener una masa desigual que se nos despegue de las manos con facilidad. Cuando este bien amasada juntáis la masa y hacéis una bola. Envolverla en film y la guardáis en la nevera por espacio de una hora.
Mientras se enfría la masa prepararemos el relleno.
Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las partimos en cuartos. Las rociaremos con un poco de limón para que no se oxiden
Colocamos la mantequilla y el azúcar en una cazuela que podamos meter en el horno. Calentamos a fuego medio hasta que se mezcle bien
Cuando tenemos hecho el almíbar Ponemos los gajos de manzana apretados en la sartén sin que queden huecos (recomiendo poner un gajo hacia arriba y otro hacia abajo).
Tendremos que dar la vuelta a la tarta; por tanto hay que organizar la manzana de modo que cubra toda la superficie.
Dejamos la sartén a fuego lento durante unos 35 a 40 minutos o hasta que la manzana se ablande.
Iremos rociando la manzana con su jugo de modo que se caramelice la parte superior también.
Precalentamos el horno a 190º C.
Ahora sacamos la masa de la nevera y la extendemos formando un disco que cubra todo el molde (o utilizamos una pasta de hojaldre redonda). Colocamos la masa encima de la manzana presionando los bordes hacia abajo y ayudándonos con una cuchara moldeamos el borde.
Hornearmos durante unos 25 minutos o hasta que la masa se dore. Sacamos del horno y la dejamos reposar 5 minutos antes de darle la vuelta (ojo que quema).
para servirla, puede ser caliente o fría, aunque se suele servir templada y la podéis acompañar con nata montada, aunque no es lo que indica la receta original, incluso muchas veces se acompaña de helado de vainilla o de crème fraîche o crema inglesa.
En cualquier caso ya sabéis À profiter! (A disfrutar!!)